Esto es un concenso. No es que me pase a mi sino a muchos. Por una de esas "casualidades" de la vida, casi siempre resulta ser que en Santiago, los barrios con más carácter, onda, estilo y vitalidad, son aquellos que se configuran espacialmente a través de la fachada continua.
Los infaltables ejemplos:
-Lastarria
-El Barrio Brasil
-Bellavista
-Paris-Londres
El asunto va si duda más allá de la centralidad dentro de la ciudad misma. Es cosa de moverse fuera de la capital y encontrarse con pueblos o localidades rurales como El Cajón del Maipo o El Monte, que son lugares con estas mismas cualidades espaciales presentan las virtudes similares.
Entonces, qué es lo que hace tan atractivos estos lugares?
(aquí viene toda la especulación propia)
1. La fachada continua determina un orden de fácil lectura cuando uno observa la ciudad desde la calle. Es un trazado de cancha que le da coherencia a la calle misma, sin embargo da la libertad para poder jugar con alturas (no al chancho, claro), colores, ritmos, texturas.
2. Es un claro límite que separa el interior del exterior, pero no necesariamente lo público de lo privado. En muchísimos casos se ha dado la sabia desición de colocar equipamiento a nivel del zócalo. En verdad esto es lógico, en particular cuando la ciudad se ha comenzado a densificar: ¿a quién le gustaría que su casa -o más bien su pieza- tenga una ventana que de directamente a la calle, pública, y a nivel peatonal? Por eso es obvio que el uso residencial se debe levantar, y colocarse a partir del segundo piso. Si se libera el primer nivel para el uso privado, qué mejor opción que colocar equipamiento (la panadería, el almacén, la carnicería, la peluquería, el bazar, etc. etc), que sirva a todos los vecinos y vitalice el barrio? Así potenciamos el roce social, la posibilidad de encuentro y hacer de la vida en la ciudad un rito ameno.